martes, 1 de noviembre de 2011

RAFALITO, UN HOMBRE BUENO Y ENCANTADOR EN LA CALLE, UN MONSTRUO MALTRATADOR EN CASA

No se me ocurre una forma mejor de inaugurar este blog, que presentando a Rafael G. P. (1943-1997), mi padre, un sujeto que nos arruinó la vida a mi madre y a mí ejerciendo lo que hoy se llama violencia doméstica, pero que por aquellos años nadie reconocía y todavía hoy hay quien no reconoce.

Rafael, o Rafalito como lo llamaban algunos o él mismo se hacía llamar algunas veces dándoselas de buena gente, era un egoista irresponsable que apenas trabajó durante su vida y que se pasaba el día de bar en bar bebiendo y fumando, gastando sin control el poco dinero que mi madre ganaba con mucho esfuerzo cosiendo más de 12 horas diarias los siete días de la semana.

En la calle daba la imagen de ser un hombre encantador y una buena persona, pero cuando volvía a casa la realidad era otra completamente distinta. Aunque nunca nos puso una mano encima, durante toda su vida nos sometió a mi madre y a mí a insultos, amenazas, vejaciones, violencia sobre objetos y aislamiento familiar y social. Nos prohibía relacionarnos o tener contacto con otras personas, ya fueran familiares o no. Nos consideraba de su propiedad y como objetos de su propiedad nos trataba.

Tras su muerte, a consecuencia del alcoholismo y del abuso del tabaco, mi madre y yo hemos ido rehaciendo nuestras vidas, pero nos han quedado graves secuelas psicológicas por el maltrato sufrido y por las situaciones límite que nos tocó vivir.

He tenido que contar la historia de mi vida a psiquiatras, psicólogos, abogados, sacerdotes, pero hasta ahora no me había atrevido a contarla al público. Hace ya varios años que venía gestando la idea de escribir un libro, pero creo que a través del blog podré llegar a un mayor número de personas. Si mis aportaciones son capaces de ayudar aunque sea a una sola persona, me sentiré feliz de haber sido útil.

No hay comentarios:

Publicar un comentario