Aunque no se halló un vínculo directo, los investigadores sugieren hacer
pruebas exploratorias a los niños para los factores de riesgo
Una investigación reciente sugiere que los niños que son expuestos a la violencia doméstica y a padres deprimidos o ansiosos son más propensos a retrasos en el desarrollo de las habilidades lingüísticas, motoras y sociales.
No está claro que
esos tipos de problemas en el hogar en realidad causen que los niños no
alcancen los hitos del desarrollo tan rápidamente como otros niños, y es
posible que no haya una conexión directa. Aún así, los investigadores
dijeron que los hallazgos apuntan a la importancia de las pruebas de
exploración administradas a los niños en busca de señales de que están
expuestos a la violencia o al estrés de los padres, dado que entonces
los trabajadores sociales podrían intentar ayudarles a mantenerse al día
en términos del desarrollo.
"Así mismo, los niños que no logren
alcanzar los hitos importantes del desarrollo deben someterse a pruebas
para la violencia de pareja y el distrés psicológico de los padres, de
forma que esos factores de riesgo también se aborden si existen",
comentó Amy Lewis Gilbert, profesora asistente de pediatría de la
Facultad de Medicina de la Universidad de Indiana y autora líder del
estudio, que aparece en la edición de diciembre de la revista Pediatrics.
La
violencia doméstica, que se da en las parejas que están en relaciones,
afecta a un estimado de 1.5 millones de mujeres y 835,000 hombres en EE.
UU. cada año, según el estudio. Pero las cifras podrían ser mucho más
altas, porque algunos casos no se reportan. Un estudio de 2011 que
revisó la investigación existente sugirió que la violencia doméstica
afecta a 10 millones de niños cada año.
"Sabemos con certeza que
la violencia familiar y el estrés psicológico de los padres afectan a
los niños de todas las edades", dijo Susan Campbell, profesora de
psicología de la Universidad de Pittsburgh que está familiarizada con
los hallazgos del estudio. Los niños afectados tienen más dificultades
psicológicas, no se llevan igual de bien con los demás niños y les va
peor en la escuela, advirtió.
Averiguar exactamente cómo éstos y
otros factores afectan a los niños es difícil, planteó Campbell, pero
pueden resultar dañados por una crianza dura y negativa, una falta de
afecto de parte de los padres y una falta de apoyo para el aprendizaje.
En
el nuevo estudio, los investigadores observaron a casi 17,000 niños
menores de seis años que fueron tratados en cuatro clínicas pediátricas
de Indianápolis entre 2004 y 2013. Los padres de los niños tomaron unas
encuestas, y el estudio incluyó un análisis de sus respuestas.
Casi
la mitad de los niños eran negros, y el 82 por ciento estaban en
Medicaid u otro programa de seguro público. Los padres del 2.5 por
ciento de los niños reportaron violencia doméstica, y el 12 por ciento
mostraron señales de depresión, ansiedad o ambas cosas.
En general, más de un tercio de los niños no había alcanzado al menos uno de varios hitos del desarrollo.
Los
investigadores, que ajustaron las estadísticas para que tomaran en
cuenta el sexo y la etnia, hallaron que los niños cuyos padres estaban
estresados, habían experimentado violencia doméstica o ambas cosas eran
más propensos que los demás a tener problemas con el lenguaje, las
habilidades sociales y las habilidades motoras.
Sin embargo,
comentó Campbell, el estudio tuvo varios puntos débiles. Quizás haya
obviado casos de violencia doméstica, depresión y ansiedad en los
padres, señaló, y los hallazgos no toman en cuenta los efectos posibles
de dos factores importantes: el nivel educativo de los padres y cuántos
padres permanecían en la familia.
"No es un gran estudio, pero
el mensaje es importante", planteó. "Si los pediatras y las enfermeras
de atención primaria se convencen de los efectos letales del riesgo
familiar sobre el desarrollo de los niños, quizás sean más propensos a
proveer remisiones para la intervención".
"Por supuesto, eso es
un tema completamente distinto, ya que no hay suficientes servicios de
calidad disponibles para los niños que viven en familias que requieren
una variedad de servicios sociales, a pesar de que décadas de
investigación subrayan su efectividad", lamentó.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Amy Lewis Gilbert, J.D., M.P.H., assistant professor of
pediatrics, Indiana University School of Medicine, Indianapolis; Susan
Campbell, Ph.D., professor of psychology, University of Pittsburgh;
December 2013 Pediatrics
Es que seguro que tiene relación. Muy interesantes los datos. Un saludo,
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